jueves, 15 de mayo de 2014

LA COMUNICACION COMO CONJUNTO DE HERRAMIENTAS


Por: Inés Muñoz Aguirre






 ¿Queremos influir en la opinión pública? Ese es el gran reto de la comunicación en el mundo de hoy.  ¿Por qué? Porque no se puede evadir la importancia que ha adquirido  la actitud pública. Vivimos desde el punto de vista estratégico una época en la que es muy importante considerar que el público debe estar satisfecho.  Lo cierto es que ningún individuo ni institución puede prosperar si no cuentan con el apoyo del público o por lo menos con un cierto interés que los lleve a voltear la mirada aunque sea por un instante ante lo que consideramos como el objeto de atención.  Durante muchos años y desde la época en que se consideraba las relaciones públicas como un hecho fundamental se ha considerado  que únicamente un público bien informado puede opinar inteligentemente.  Uno de los preceptos básicos sobre este tema dice que el público es esencialmente racional por naturaleza, responde a los hechos y exige la verdad. Esto quiere decir que una vez que logramos despertar el interés del público sobre determinado tema este actuará en función de encontrar la verdad. Sin embargo, esta es una propuesta discutible según los estudiosos de la comunicación cuando el objetivo es en realidad satisfacer el interés público en beneficio de todas las partes interesadas, que es el requisito previo para unas relaciones públicas provechosas, sin que podamos obviar que en este sistema que se ha ido enriqueciendo y que se convierte en una forma estratégica de relacionarse busca una comunicación recíproca y satisfactoria.
Basados en estos conceptos el tema inicial para insertarse en las necesidades del mundo de hoy está en la práctica diaria que se ejerce sobre ella desde nuestras empresas. La comunicación de hoy consiste en una multitud de pequeños detalles. En el ejercicio diario de los mismos, que pasa desde la elaboración de una cartelera, un boletín informativo interno, las relaciones institucionales y hasta la gerencia de crisis que nos permite ver la luz en medio de la tempestad.
En la historia de la comunicación, lo más importante es detectar las diversas herramientas que se han utilizado para poder llegar a ese público que tanto nos interesa. Algunos ejemplos que podríamos tomar como referencia  son:
La Marina de Estados Unidos patrocinó una exposición ambulante relacionada con el arte de combatir, que se exhibió  en todos los centros  de población. Se componía de cien pinturas originales de escenas de guerra hechas por artistas profesionales. Este ha sido uno de los muchos medios empleados por la Marina para comunicarse con los reclutas en potencia, con los reservistas y con el público en general.
La Revista Seventeen celebró anualmente una competición que consistía en confeccionar trajes para un tipo único de muñeca. Los vencedores recibían un premio y eran agasajados públicamente. Las muñecas se destinaban a niños necesitados de otros países.
En nuestros ejemplos directos, para la empresa constructora DYCVENSA hemos creado una copa intercolegial anual de futbol, la cual permite que cientos de niños se sientan motivados y participen en una competición que los pone frente a los medios de comunicación y que los lleva a luchar con orgullo porque los equipos a los cuales pertenecen  se ubique en uno de los tres primeros lugares de la competencia.
Otro caso es el de la también empresa constructora VINCCLER con quien llevamos adelante un taller de escritura creativa que les permite a través de un grupo de escritores investigar sobre las regiones del país donde se encuentran trabajando. Esa investigación se publica luego en un libro que se obsequia a las comunidades.
Uno de los aspectos más importantes de estos ejemplos es entender que el fin primordial de cada uno de los programas que hemos mencionado es el contacto con el público.  Eso quiere decir que los receptores de nuestros mensajes o propuestas tienen que estar claramente identificados, a partir de allí es mucho más sencillo definir la política de comunicación que deseamos implementar.
Todo ello requiere de una práctica organizada es por ello que con el tiempo surgieron los Consultores en el área de comunicación estratégica. Cuando hablamos de la aparición por ejemplo de las agencias de prensa nos damos cuenta que ya a mitad del Siglo XIX ellas aparecen en el mercado de la comunicación. La diferencia radica en que los objetivos de dos trabajos que en principio parecieran ser lo mismo son completamente diferentes. El objetivo del agente de relaciones publicas que trabaja desde lo que se conocía como esas agencias de prensa (Las cuales aun hoy en día persisten en su lucha por el mercado) era atraer la atención del público, mientras que en la comunicación estratégica trabajamos para que el público al cual nos dirigimos comprenda lo que estamos comunicando.
Hoy en día una estrategia de comunicación lo primero que busca es definir las distintas vías que usará para lograr una relación efectiva entre la empresa, el individuo o el producto con su entorno.  Evaluar como ya lo hemos dicho el público al que queremos llegar y cuales son las bondades que queremos posicionar como características esenciales de lo que promovemos.
A esa suma de herramientas que debemos usar o mejor dicho, que tenemos para usar, hay que sumar la información noticiosa como un elemento primordial en la forma de comunicarse de hoy.  Es por ello que la comunicación estratégica trae de la mano la posibilidad de crear diversas herramientas de ejecución interna que nos permitirán generar noticias.  Así como las relaciones institucionales que han ido adquiriendo una posición relevante ya que hoy en día las organizaciones, las empresas, asociaciones y las conocidas ONG tienen que disponer de múltiples relaciones con los innumerables organismos,  asociaciones pares e instituciones gubernamentales para llevar adelante su trabajo.

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