Por: Derkje Van Dillewijn
Las
teorías clásicas del condicionamiento sostienen el principio de que la
supervisión es más efectiva cuando se utiliza el sistema de elogios y regaños,
es decir, la zanahoria y el garrote. Esto significa que las conductas
favorables son premiadas y las conductas no deseadas, regañadas.
Las
modernas teorías de la supervisión no se muestran partidarias de este sistema
de premio y regaño. Se considera poco práctico e inadecuado, ya que los
experimentos realizados no demuestran su efectividad. Actualmente se considera
que si existe un resultado positivo, esto se debe más al interés y esfuerzo de
la persona que al procedimiento en sí. De allí que las teorías modernas de la
supervisión dudan de la efectividad del regaño. Además se considera que su
utilización es indiscriminada
Las
modernas teorías de la supervisión niegan que el regaño pueda tener algún
efecto beneficioso en la persona. Se ha observado que lo que hace es reprimir
la conducta temporalmente, pero no la elimina. La conducta regañada reaparece
en cuanto se presenta la oportunidad. Para eliminar una conducta negativa, es
necesario hacer desaparecer los estímulos que la producen. Pero como a veces es
difícil determinar los estímulos que provocan una conducta, se considera
conveniente extinguir la conducta negativa, no reforzándola.
Podremos
lograr una reducción de la conducta negativa, si se aplica sólo en ocasiones el
regaño y no cada vez que ocurra la conducta indeseable. Lo que sucede es que el
regaño crea un estado emocional que inhibe las conductas indeseables mientras
dure la amenaza. Cuando su aplicación es frecuente, la persona se acostumbra al
regaño e incluso inhibe también otras conductas, además de la regañada.
El
regaño frecuentemente crea actitudes de indiferencia y rebeldía, lo cual
dificulta o imposibilita el logro de las conductas deseadas. Por regaño, en
sentido lato, se entiende el enojo, con palabras tales como "mal, muy mal,
así no se hace", etc. y actitudes de reproche, insultos, conductas
dominantes o de desdén.
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