martes, 27 de mayo de 2014

Hidro solidaridad y desarrollo ante la crisis futura.



Por Giovanna Medina






Cada vez que lavamos los platos, el carro, el perro, regamos el jardín, y lo que venga a su imaginación; contaminamos agua que nunca más vuelve a ser blanca.
En estos tiempos pareciera  absurdo hablar de reciclaje y reservas de este preciado recurso, pero es que la palabra sostenibilidad para algunos es más una moda que una forma de vivir. El agua considerada para el consumo humano suma un 1% del agua del planeta, el agua del mar ocupa el 70% del agua del mundo y la otra parte son los glaciares. Esto evidencia lo importante que es economizar el vital líquido.
Caracas en condiciones normales recibe 18.5 metros cúbicos por segundo, lo que corresponde a 400 litros por habitante. Más de 250 litros por habitante representan un mal uso del líquido según Hidrocapital (El Universal. Alejandro Hitcher, 2010). Según el INE en España, las regiones que más consumieron agua en el 2010 fueron Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Asturias con un promedio de 173 litros por agua, por persona, por día. Ello refleja el gran despilfarro pero sobre todo la falta de consciencia que tenemos todos los estratos sociales que damos vida a nuestra capital.
La sostenibilidad implica en términos reales, políticas públicas que influyan en el consumo de los recursos de una manera concienzuda que permitan un equilibrio con la naturaleza y aseguren que no exista crisis en las siguientes generaciones.
Hablar de reciclaje implica reducir en cada hogar los niveles de consumo, pero también colocar plantas de tratamiento y tener un proyecto que abarque distintas escalas de impacto. Independientemente de ello tenemos quebradas y un gran río en el medio de la ciudad a manera de gran cloaca, cuando en otros países como Seúl están desmontando autopistas para dejar que el cauce natural que a sus anchas se reconcilia con el paisaje urbano, aportando no solamente un ambiente más humano, sombreado y confortable para los peatones, sino también posibilidades de almacenamiento y sistemas de riego alternativo para la ciudad.El 27% de los habitantes de las ciudades de países en desarrollo no tienen acceso a agua corriente en casa, y los pobres pagan hasta 50 veces más por litro de agua que sus vecinos más ricos según la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. (Jan Van Wambeke, 2010)…Una evidencia mas de que nos urge despertar.
Lo beneficioso de este recurso es que se puede almacenar fácilmente. Y las tecnologías para realizar una optimización del uso son bastante rudimentarias en comparación con la energía eléctrica, nuclear, etc.
En 20 Proyecto Guaire, contempla separación de caudales de aguas de lluvia y aguas residuales, además de mitigación de riesgos.  Qué pasaría si el proyecto Guaire no solo tomara en cuenta la diferenciación de los cursos de agua servidos, y empezara a proponer la reutilización y procesamiento del mismo, además de una rehabilitación urbana de una ciudad que actualmente posee líneas de agua que presentan un límite infranqueable para el ciudadano, ya sea en vehículo o a pie.

Este tipo de proyectos se vuelven estratégicos en la medida que multidisciplinarmente se conciban como una oportunidad de progreso y estrategia de productividad. La regeneración urbana deriva también en inversiones privadas que retribuyen el beneficio social que realiza inicialmente el estado.  Esta posibilidad presenta una oportunidad de reabrir espaldas de edificaciones que por años han estado aisladas del contexto e inaugurar una ciudad con alto potencial peatonal y 13 quebradas que la atraviesan, además de un gran río conector de distintos paisajes y microsistemas de hábitat que hoy se encuentran mal articulados.

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