jueves, 29 de mayo de 2014

MERCADEO SOCIAL: UNA INTERROGANTE



Por: Inés Muñoz Aguirre




Hablar de responsabilidad social ya no es un tema ajeno, ni novedoso para muchos. En los últimos años este tema ha estado presente de una forma continua en nuestro país, porque el Estado decidió incorporar en sus contrataciones un renglón que desde hace muchos años unas cuantas empresas privadas venían llevando adelante. En el momento en que el Estado decidió hablar del tema, se volvió del interés, sino de las primeras páginas, por lo menos de todos aquellos que se veían “afectados” por la medida de obligatorio cumplimiento.
La nueva modalidad pone sobre el debate los términos, mercadeo, responsabilidad, obligación, generosidad, altruismo y tantos otros que tienen que ver en realidad con un solo objetivo; que es la corresponsabilidad de las empresas en el desarrollo del entorno donde trabajan. El verdadero tema está es en cómo realizar la inversión de los recursos que se disponen para ello. Allí es donde se presenta el verdadero reto y donde surge el viejo axioma: ¿Qué será lo verdaderamente válido, entegar el pescado a los beneficiarios de dichos programas o entregarles la caña de pescar para prepararlos para el futuro?
En las sociedades más desarrolladas y las que vienen trabajando desde hace muchos años el concepto de la responsabilidad social, está muy claro el tema, ladrillos, pintura, ropa, juguetes, no solucionan los verdaderos problemas. El reto cierto está en lograr cambios de conducta y de allí que nosotros hablemos de mercadeo social, porque este se refiere a que a través de el se busca lograr un cambio en determinadas actitudes o comportamientos. Se trabaja directamente con la conducta de los individuos. Convertidos en receptores de nuestros mensajes buscamos llevar hasta ellos propuestas en áreas especificas, áreas de formación a través de las cuales demos respuesta a situaciones de deficiencia, donde vemos como han surgido la carencias o en áreas de interés que son aquellas que se detectan a través de una investigación seria y profunda de la comunidad donde se piensa trabajar. Mientras más pasa el tiempo y más experiencia acumulamos en el área defiendo totalmente el hecho de que la responsabilidad social en países como el nuestro no puede ser otra cosa como no sea una inversión a futuro.
Es por ello que entender la asociación de la palabra mercadeo con el término social es la clave inicial de una propuesta que nos permita acercarnos a los individuos, ya que ellos lo que necesitan son verdaderas motivaciones.  Lo vemos todos los días. Hemos logrado hacer que gente casi analfabeta por el tipo de formación que han recibido, sean capaces de escribir un cuento, de emocionarse, de entender que pueden hacerlo.  En la motivación al logro está el reflejo para accionar asertivamente en su sociedad, en el trabajo, en el área donde se desenvuelven.
Philip Kotler define la mercadotecnia como “La clave para alcanzar metas organizacionales. Consiste en determinar las necesidades y carencias de los mercados_objetivos, llenar las satisfacciones deseadas con mayor eficacia y eficiencia que los competidores”. Pues bien, esa misma definición aplicada a lo social, nos lleva a organizar a las comunidades partiendo de los individuos hacia objetivos de interés colectivo”
 Todo este análisis nos presenta un debate muy interesante, es importante que el Estado se sume a una labor que de una u otra manera venía realizándose, pero esa suma debe ser desde lo social, nunca desde lo político.  Este último objetivo, como tiende a pasar con muchos temas que se filtran a través de él, termina por deformar aquello que debería estar en función de un bien colectivo independientemente de la militancia de quienes se involucran.
La formación tiene que preponderar por sobre cualquier otra instancia, porque es a través de ellas que los  individuos se preparan para su desarrollo, para el de su entorno inmediato y para el de su sociedad.  Partiendo de esta claridad de objetivos tenemos que plantearnos que entender lo colectivo y participar en los procesos que se pueden generar para mejorar es el reto que debe plantearse todo aquel que decida asumir el reto de la participación a través de la responsabilidad social. 
Sólo así podrá erradicarse el comportamiento que se ha incentivado durante años de que la actitud frente a la búsqueda de soluciones para los problemas que nos agobian, a los problemas sociales de los cuales somos víctimas, es responsabilidad de otros.  Cuando eso ocurre, no sólo prevalece una posición individualista que busca en toda circunstancia el beneficio personal, sino que se acrecientan los males sociales, que terminan por perjudicar a todos. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

PYMES Y DESARROLLO EMPRESARIAL



POR: OMAR VALENTI G




Análisis de las necesidades para  desarrollo gerencial del empresario, gerente o profesional   que  dirige un centro de spa o negocio de esta industria.

El proceso sistemático de formación del talento  humano y desarrollo gerencial, requiere de una metodología  y análisis cónsono con las necesidades especificas de las empresas del sector, como quiera que una investigación  y análisis es producto de fundamentos teóricos útiles para llevarlos a la practica, la capacitación a nivel ejecutivo –empresarial también requiere de una metodología, basada en elementos específicos. En toda empresa u organización de tipo pequeña o en crecimiento se establecen necesidades prioritarias, una de ellas consiste en enriquecer la expectativas desde el punto de vista gerencial y para ello existen diversas formas.
Primero, hay que considerar que tipo de organización es la que se va a estudiar, en este caso se analiza el enfoque de criterios, manejo de metodologías, la orientación del negocio, las políticas de recursos humanos, visión empresarial, el mercado donde funciona y la tradición en materia de gerencia, entre otros aspectos. se sugiere que para desarrollar estrategias y programas de formación gerencial –empresarial, es valido implementar una metodología de análisis que conlleve a esquematizar todo ese sistema de información basado en las necesidades observadas, las cuales nos pueden orientar y proyectar un potencial programa o sistema de formación de capacidades gerencial –empresarial, independiente que sus precisiones sean individuales o globales. En ambos casos, una metodología para el desarrollo del recursos humanos es absolutamente útil porque visualiza a la organización en función de la óptica a corto, mediano y largo plazo de las actividades de  entrenamiento a lograr.
En caso contrario, las empresas que se sumen a esta idea  de cambio planificado, seguirán presentando una debilidad en su  enfoque operativo funcional en la gerencia de los procesos sistemáticos del desarrollo del talento humano.
La practica de esta  metodología, implementada en pequeñas y emergentes empresas, ha producido resultados positivos a corto plazo que podrían tomarse como modelos para que otros sectores y empresas diversas se decidan a modificar su estrategia de gerencia del entrenamiento, a fin de darles una información más detallada en materia de desarrollo de recursos humanos, se les presenta a continuación las bases fundamentales que orientan la estrategia.
a—Análisis organizacional: esto involucra el estudio del estilo y modelo de empresa, visión y misión empresarial, los empresarios fundadores.
b—Análisis ocupacional: tiene relación con el estudio profundo de  los cargos y áreas relacionadas  de la estructura de la empresa
c—Análisis biográfico: estudio de  los de recursos humanos
d—Estudio de necesidades comunes de la organización, tales como problemas, amenazas, oportunidades, peligros, debilidades y fortalezas desde la óptica de la visión  estratégica.
e—Acciones o  estrategias en proceso de desarrollo que tienen relación con el proceso de desarrollo organizacional de la empresa.
Todo este conjunto de soluciones producirá un sistema de información que nutriría la creación de una sistematización estratégica de formación  gerencial empresarial, la cual estaría integrada al modelo de diseño organizacional de la empresa pyme  innovadora.

con esta estrategia se logra integrar el aspecto estratégico  con la visión empresarial y el aspecto operativo propiamente dicho, para unificar los esfuerzos hacia un verdadero objetivo racional en la política de un sistema de desarrollo del talento humano a diversos niveles de la empresa.

martes, 27 de mayo de 2014

Hidro solidaridad y desarrollo ante la crisis futura.



Por Giovanna Medina






Cada vez que lavamos los platos, el carro, el perro, regamos el jardín, y lo que venga a su imaginación; contaminamos agua que nunca más vuelve a ser blanca.
En estos tiempos pareciera  absurdo hablar de reciclaje y reservas de este preciado recurso, pero es que la palabra sostenibilidad para algunos es más una moda que una forma de vivir. El agua considerada para el consumo humano suma un 1% del agua del planeta, el agua del mar ocupa el 70% del agua del mundo y la otra parte son los glaciares. Esto evidencia lo importante que es economizar el vital líquido.
Caracas en condiciones normales recibe 18.5 metros cúbicos por segundo, lo que corresponde a 400 litros por habitante. Más de 250 litros por habitante representan un mal uso del líquido según Hidrocapital (El Universal. Alejandro Hitcher, 2010). Según el INE en España, las regiones que más consumieron agua en el 2010 fueron Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Asturias con un promedio de 173 litros por agua, por persona, por día. Ello refleja el gran despilfarro pero sobre todo la falta de consciencia que tenemos todos los estratos sociales que damos vida a nuestra capital.
La sostenibilidad implica en términos reales, políticas públicas que influyan en el consumo de los recursos de una manera concienzuda que permitan un equilibrio con la naturaleza y aseguren que no exista crisis en las siguientes generaciones.
Hablar de reciclaje implica reducir en cada hogar los niveles de consumo, pero también colocar plantas de tratamiento y tener un proyecto que abarque distintas escalas de impacto. Independientemente de ello tenemos quebradas y un gran río en el medio de la ciudad a manera de gran cloaca, cuando en otros países como Seúl están desmontando autopistas para dejar que el cauce natural que a sus anchas se reconcilia con el paisaje urbano, aportando no solamente un ambiente más humano, sombreado y confortable para los peatones, sino también posibilidades de almacenamiento y sistemas de riego alternativo para la ciudad.El 27% de los habitantes de las ciudades de países en desarrollo no tienen acceso a agua corriente en casa, y los pobres pagan hasta 50 veces más por litro de agua que sus vecinos más ricos según la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. (Jan Van Wambeke, 2010)…Una evidencia mas de que nos urge despertar.
Lo beneficioso de este recurso es que se puede almacenar fácilmente. Y las tecnologías para realizar una optimización del uso son bastante rudimentarias en comparación con la energía eléctrica, nuclear, etc.
En 20 Proyecto Guaire, contempla separación de caudales de aguas de lluvia y aguas residuales, además de mitigación de riesgos.  Qué pasaría si el proyecto Guaire no solo tomara en cuenta la diferenciación de los cursos de agua servidos, y empezara a proponer la reutilización y procesamiento del mismo, además de una rehabilitación urbana de una ciudad que actualmente posee líneas de agua que presentan un límite infranqueable para el ciudadano, ya sea en vehículo o a pie.

Este tipo de proyectos se vuelven estratégicos en la medida que multidisciplinarmente se conciban como una oportunidad de progreso y estrategia de productividad. La regeneración urbana deriva también en inversiones privadas que retribuyen el beneficio social que realiza inicialmente el estado.  Esta posibilidad presenta una oportunidad de reabrir espaldas de edificaciones que por años han estado aisladas del contexto e inaugurar una ciudad con alto potencial peatonal y 13 quebradas que la atraviesan, además de un gran río conector de distintos paisajes y microsistemas de hábitat que hoy se encuentran mal articulados.

lunes, 26 de mayo de 2014

Futuribles: Tiempo arquitectónico



Por: Isabel Cecilia González Molina

   




 En el año dos mil fui invitada a participar como representante editorial en el Miami Book Fair, organizado anualmente por Miami Dade college. Una feria de libros a la que asisten cada vez más editoriales y autores reconocidos mundialmente. En esa oportunidad montaron stands  varios grupos venezolanos por lo que en los tres días de ventas nos fuimos conociendo todos. Para ese entonces, llevaba más de seis años viviendo en Miami y estaba por terminar mis estudios de posgrado, todo iba muy bien para mí, sin embargo. había tomado la decisión de regresarme a Venezuela. Poco a poco entre los venezolanos se fue corriendo la voz de que me quería regresar y no hubo excepción, todos me veían como a alguien que se le había soltado un tornillo. Hasta Oscar Yanes no pudo evitar acercarse a conocerme porque según sus palabras: “Eres exactamente como un salmón, empeñada a ir en contracorriente.” Esa fue la única vez que conocí a ese hombre tan extraordinario, lleno de simpatía y con un corazón cien por ciento caraqueño. Para mí lo autentico nuestro se refleja en personas como él, otro maravilloso ejemplo es Simón Díaz, su fuerza: ser venezolanos, lo maravilloso nuestro.
En el segundo milenio, la presidencia de Hugo Chávez apenas llevaba dos años. Se reestrenaba políticamente un sector que hasta entonces había sido relegado un tanto, el de la izquierda, porque digan lo que digan desde la pacificación de la guerrilla en el gobierno de Raúl Leoni, la izquierda fue escalando, colocándose, haciéndose fuerte. Tal vez nuestros políticos siempre sintieron una atracción por esas revoluciones extranjeras, simpatizando con ideologías que se oponían al capitalismo que en sí no es otra cosa que el rechazo al llamado Imperio. Existe popularmente una creencia de que nuestros problemas son consecuencia del Imperio, eso se le enseña a nuestros muchachos. Muchos de nuestros jóvenes, tomemos por ejemplo a los que eran bebés, ahora tienen catorce años, ellos solo han conocido esta propuesta. La cuarta representa una imagen pasada, una anotación en el libro de historia del bachillerato, anotación además muy acomodaticia. Lo que me molesta de esta afirmación es que sirve de excusa a nuestra propia incapacidad de desarrollo.
 A manera de ilustración les echaré esta historia. Dos familias  viven en un campo ancho, donde construyeron dos casas pero el primero se ocupó en hacerse un camino de entrada y de salida, el segundo ni se preocupó por ello. Entonces los dueños de la primera casa descubren que en el terreno de la otra crecen los aguacates así que le proponen comprárselos para comercializarlos, pero primero le recuerdan que el camino es obra de ellos, así que para usarlo se les pondrá un pago. Al segundo le parece un gran negocio porque no sabía que hacer con sus aguacates. Con el tiempo el de los aguacates descubre que la mitad de su cosecha se va en pagar el derecho de paso y que en el mercado le darían mucho más por el guacal, así que se enfurece y le echa la culpa al vecino de todos sus males. Si lo pensamos bien es muy posible que el de los aguacates tenga razón y la negociación no le haya resultado ventajosa, pero porque pasarse la vida culpando al otro en vez de construir otro camino. Cuantos otros caminos pudimos construir en estos catorces años.
En los Estados Unidos fui muy feliz, los caraqueños suelen creer que a uno le fue mal por allá y por eso se regresó. A mí me fue realmente increíble, trabajé en la universidad, en la televisión y al graduarme fui contratada por unos alemanes que me querían mucho, tanto que ofrecieron ser mis sponsors, pagando hasta el abogado. En Miami viví una historia de amor única y me llené de muchísima luz y del azul del océano. Fui realmente feliz. Todavía no sé la razón pero un día muy soleado almorzando en un restaurante en Boca de Ratón sentí que ya era hora de retornar. No sé qué me pasó, cuál fue la razón que me llevó a tomar esa decisión. Recuerdo que varias cosas me hicieron entender que mi corazón era muy venezolano. Como me sucedió al conocer en un evento de la ONU al Dr. Diego Arria  Él nos hablaba a los asistentes con tanta pasión de su hacienda en Yaracuy,” La Carolina”, de sus siembras de café, de sus naranjos, de su procesadora de leche moderna y automatizada, mientras nos describía un cielo nocturno estrellado, “vibrante como un cuadro de Van Gogh”. No pude evitar recordar lo mucho que amaba las haciendas familiares, lo mucho que extrañaba las montañas y el verde intenso, así como las arenas blancas coralinas y el azul más cristalino del mar. Venezuela es un país extraordinario. Así que las ganas de volver a ese espacio tan maravilloso empezaron a rondarme.
Todas las tardes camino una hora, por salud física y mental. Tengo la suerte de contar con un grupo muy bonito, solemos encontrarnos a una hora y ponernos a andar, mientras nos contamos miles de cosas. A veces es Sonia, otras Arnaldo y Tere o Marilu y Maruja, pero ninguna como la Sra. Flora, porque para ella no existe otro país mejor que Venezuela. “Aquí hay de todo, Isabel, de todo”.  La Sra. Flora nació en Orense, España, pero eso no cambia que su corazón pertenece a estas calles. Suele preguntarme: “¿Cómo es posible? Nosotros no éramos así, aquí el que trabajaba prosperaba.”
Ella hace esta afirmación porque su vida es el mejor ejemplo de ello. Llegó en barco a la Guaira junto a su esposo el Sr. José, soldador de oficio. Su único patrimonio el amor que se tenían y la voluntad de trabajo. Trabajaron muchísimo y Venezuela fue generosa con su familia, sus dos hijos Toña y Jose crecieron acá y poco a poco todos prosperaron. Ellos amaban a Venezuela, tanto que el señor José regresó enfermito de España para morir acá, porque estoy segura de que deseaba ser enterrado en Caracas
Ese era el país de mis padres, la Venezuela que le dio oportunidades a dos médicos para comprar su casa y lograr tener mucha calidad de vida. No existe ni puede existir una buena vida si no se le provee a los ciudadanos la capacidad de cubrir dignamente todas sus necesidades. Buena alimentación, salud y educación. Para mí las tareas del Estado, porque los ciudadanos de un país hemos acordado un contrato social, es decir aceptamos la conformación de un gobierno para que este cuide de nuestros intereses sociales. El Estado es para los ciudadanos, no los ciudadanos para el Estado. No nos corresponde malgastar nuestros recursos en sostener un andamiaje institucional, son las instituciones las que nos deben dar respuestas. 
En los Estados Unidos había logrado comprar una casita, llena de esos accesorios que hoy definen como “una casa bien equipada”, tenía un carro que me vendieron a crédito y un trabajo fijo que cubría todos mis gastos y me permitía ahorrar. En Venezuela apenas, pasando bastante dificultades, claro con mucha ayuda de Dios, con el apoyo de la familia y de los amigos. Creo que la mayoría de los profesionales estamos igual, realizando maromas para cubrir nuestras necesidades.
“¿Cómo es posible? Nosotros no éramos así, aquí el que trabajaba prosperaba.”
Lo que más me sorprende es cuando alguien me dice que a diferencia de antes, en aquella cuarta, ahora estamos mejor, porque ahora sí hay seguridad social. Mi mamá fue médico de los humildes, trabajó como profesora en el hospital universitario y como médico internista en el seguro social del cementerio. Ambos eran centros de verdadera atención médica. El centro del seguro social fue un proyecto piloto que atendió a miles de enfermos y el hospital universitario todo un ejemplo de orden, de limpieza, de dignidad para los enfermos. Las veces que he tenido que recorrer sus espacios me sorprende tanto descuido y abandono. Cuando me refiero a ello alguien me contesta  “y eso que no has ido a los otros hospitales”. ¿Cómo podemos decir que estamos bien? Peor aún como podemos creérnoslo. 
Hace unos días me contaban de una joven que sinceramente creía que el desabastecimiento de los refrescos con endulcorantes se debía a que el gobierno tenía una campaña de salud. Entonces me hizo pensar que somos ese señor de los aguacates maldiciendo la suerte del otro por tener un camino pero incapaces de construir uno propio que nos lleve al desarrollo.
Sigo creyendo que este país es un territorio extraordinario, también reconozco en cada uno de nosotros una esencia buena y generosa, pero no puedo dejar de pensar que nos hemos desperdiciado. Hay tantas cosas que podemos hacer, incluso con los aguacates, porque en este país se puede cosechar hasta en el balcón de mi casa. La prueba es la semilla que planteé en el porrón de la jardinera ya ahora una matita de aguacate. Nuestras semillas sueñan con germinar pero escasean los sembradores.
Ricardo Abreu se propuso utilizar la música para abrirle un camino a los niños, a todos los niños y hoy en día es un triunfador. El Dr. Jacinto Convit ha dedicado más de setenta años de su vida en buscar una cura para la lepra y ha conseguido no solo sanarla sino investigaciones y avances que sirven para obtener una futura cura para el cáncer. Ellos son constructores, como lo son muchos venezolanos que se levantan todos los días con el propósito de hacer un mejor país.
Conocí a una tía de Astrid, Carmela, quien abrió un colegio de primaria en un mes únicamente por su propia voluntad porque ella sabía que en esa zona muchos muchachos  necesitaban escolaridad. Y que mejor ejemplo que el de mis padres que salvaron miles de vidas. Existen sembradores de buena semilla, siempre han existido, siempre existirán, constructores de buenos caminos. Usted es uno de ellos, siga arando la tierra, vuelva a echar semillas y empéñese en cosechar.
Yo no solo me regresé a Venezuela un 6 de diciembre hace 13 años, yo no me he dado por vencida y no ha sido fácil. Sin embargo, estoy de acuerdo con la sra. Flora: “Somos mucho mejor que esto”. Por lo que todos los días me levanto para hacer un poquito más y lucho por ser alguien mejor. No es cuestión de ir a prisa, sino de ir en la dirección correcta. Los venezolanos somos los constructores de nuestro camino al desarrollo. Nos toca la tarea. No me conformaré con otra cosa.