domingo, 2 de noviembre de 2014

Marca País

                                                                                   Por: Inés Muñoz Aguirre

Construir la marca país, es una tarea de todos desde las distintas áreas. Un ejemplo que podemos tomar, es el que ya venimos desarrollando en esta columna como lo es el caso del turismo en Colombia. Imaginemos que deseamos construir nuestra marca país a partir  de este rubro. ¿Por qué no? Si Venezuela cuenta con un inventario natural que lo hace un país privilegiado. Nuestras ventajas son bien conocidas por todos, sin embargo iremos enumerando algunas de ellas sólo con el objetivo de delinear un mapa de opciones que nos permitan retomar el tema de nuestras potencialidades.

En primer lugar está nuestra ubicación geográfica. Durante muchos años se debatió sobre este tema en el país, son muy pocos los que tienen el privilegio con el que contamos y se evidencia con claridad cuando observamos el mapamundi. Venezuela es de forma natural una puerta abierta hacia Latinoamérica, convirtiéndose en un posible punto de escala o de encuentro para todo aquel que quiera viajar hacia el sur, pero a su vez es también el punto de entrada a la inversa para todo aquel que quiera viajar del sur hacia Centro América, hacia el Caribe y hacia el norte. 

Esta situación fue el elemento motivador para que seamos un país que cuenta con ocho aeropuertos internacionales: Aeropuerto de Valencia - Arturo Michelena, Aeropuerto de San Antonio del Táchira, Aeropuerto de la isla Margarita, Aeropuerto de Barcelona - José Antonio Anzoátegui, Aeropuerto de Maiquetía- Caracas, Aeropuerto de Barquisimeto - Jacinto Lara y el Aeropuerto de Maracaibo, el cual conocemos como aeropuerto de La Chinita.  Sin embargo, sus instalaciones ya se quedaron al margen de las necesidades que habría que cubrir para hacer de nuestro país, un punto amable y productivo de conexión internacional.

Tomado el punto del tránsito como un elemento de base con el objetivo de hacer voltear las miradas hacia nosotros podríamos generar un movimiento equiparable a lo que sucede con los aeropuertos de Miami y de Dallas en Estados Unidos, los cuales convertidos en puntos de conexión para otros destinos generan un movimiento muy fuerte que repercute de forma directa en la productividad-país.

Recuerden que en la columna anterior decíamos textualmente: “Ningún país, en una sociedad donde la crisis siempre está a la vuelta de la esquina, quiere tener todos los huevos colocados en la misma cesta. Ya ningún país quiere ser calificado de mono productor, por el contrario su éxito se medirá en la medida de su capacidad para generar tantos ingresos como posibilidades de desarrollo…”.

A su vez el sector del turismo elegido como una base para la creación marca país, cuenta con múltiples facetas en las que  se pueden multiplicar con creces las acciones. Sólo detenernos en este aspecto del cual hablamos en esta oportunidad abre un mundo infinito de generación de empleo,  fuentes de ingreso,  posibilidades de inversión, crecimiento comercial, implementación de servicios, formación de personal especializado, recolección de impuestos, reclutamiento de personal con habilidades específicas. 

Vemos el aeropuerto sólo como el punto de inicio en una base estructural  que como un árbol cuenta con numerosas ramas,  las cuales contando con raíces firmes  que les permitan crecer podrán extenderse .


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