La comunicación estratégica entendida como
un elemento de tal importancia que se ha convertido en un pilar de la empresa
contemporánea presenta dos visiones sobre las que se trabaja con lineamientos
muy definidos para la consecución de objetivos, en un mundo contemporáneo que
es avasallante cuando se trata de comunicación, la comunicación externa y la
comunicación interna.
Las empresas españolas cada vez más
preocupadas por la imagen que proyectan sobre la sociedad han estrechado sus
lazos con las denominadas agencias de comunicación, en busca de una respuesta a
sus necesidades. Tal ha sido el crecimiento del área en los últimos años que
desde 2005 se llevan registros que indican que sólo en ese año las agencias de
comunicación facturaron un total de 146
millones de euros, según la Adecec. En
esto influye la nueva concepción la cual indica que en apenas una década las
empresas de comunicación han pasado de organizar eventos y lanzar productos al
mercado a gestionar directamente la comunicación estratégica de sus clientes.
¿Por qué? Porque es el camino para interrelacionarse adecuadamente con sus
clientes, con los proveedores y con el entorno.
Estos tres objetivos son los pilares básicos para el crecimiento de una
empresa contemporánea. El establecimiento y el seguimiento de las relaciones ya
no se dejan al azar. Las empresas se
fijan objetivos los cuales se fundamentan además en herramientas que registran
la actividad.
Lo mismo sucede con la comunicación
interna, la cual se traza para crear los nexos correctos entre el equipo de
trabajo y la empresa, para alinearlos
con la imagen que se transmite hacia fuera, para mantener al equipo informado y
para hacerlo partícipe de toda aquella propuesta que beneficie el crecimiento
general dentro de unos parámetros en los que todos los involucrados hablen un
mismo lenguaje.
La comunicación estratégica de hoy es uno
de los mayores capitales que todo buen gerente desea hacer crecer.
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